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agosto 28, 2017

Naciones Unidas, un burdel de lujo

Una interesante frase que utilizó el analista Gabriel Ben Tasgal en su última pero rápida visita por Costa Rica, fue indicar que las Naciones Unidas se han convertido en un burdel, no podría ser más acertado el comentario.

Un ejemplo de este comportamiento inmoral y patético es la Comisión de las Naciones Unidas sobre economía y sociedad en el Oeste Asiático (ESCWA) que está compuesto por 18 países del Medio Oriente; donde no figura Israel ni por lejos, ya que lo conforman países árabes la mayoría que no reconocen al Estado hebreo desde su propia independencia en 1948. Entre los Estados parte, figuran naciones cuyos gobiernos son violadores consuetudinarios a los Derechos Humanos en el mundo como Siria, Yemen, Egipto, Sudán, Irán, Líbano, entre otros.

Fue este grupo el que se atrevió a realizar una declaración acusando a Israel de imponer un régimen de Apartheid contra los palestinos. Algo que no es nuevo, pero que el discurso sigue siendo manipulado por medio de ONGs que se nutren del manoseo de ideas para atacar a Israel desde sus bases.

De ahí que el principal tema sacado a colación en varias de las reuniones de la llamada “Semana del Apartheid israelí” realizada entre marzo y abril de este año sea la supuesta discriminación israelí a la población “palestina -israelí” (sic), donde se pone a un mismo nivel a las poblaciones de árabes israelíes, que son ciudadanos plenos del Estado y a los palestinos de Cisjordania o que viven en un régimen especial en territorios en disputa como Jerusalén Oriental, elemento que por supuesto confundirá a quienes no son habituales consumidores de los temas del conflicto.

Volviendo al tema de Naciones Unidas, llama la atención como en la página web de la ESCWA no aparece nada sobre el bombardeo contra población civil en Jan Shinjun (Siria) que cobró la vida de más de un centenar de personas, que fueron gaseadas con sarín, un arma química prohibida desde 1993 por la Convención sobre Armas Químicas.

El Consejo de Seguridad de la ONU llamó a una reunión de emergencia sobre el tema, aunque terminó sin acuerdo ni resolución ante el choque de intereses que presentaba para Rusia, quien ya había advertido que se opondría a cualquier intención de condena contra el régimen de Bashar Al Assad. El gobierno de Putin horas antes de la reunión confirmó haber bombardeado un supuesto depósito de armas químicas en Idlib, esto claramente como forma de “justificar” la no participación del gobierno sirio en el ataque al bastión opositor el martes, en especial porque se supone que desde el 2013 se debieron haber entregado todo el armamento químico que tenía el régimen.

Imaginen el panorama de Siria con medio millón de muertos, millones de desplazados y refugiados. Pero las condenas y llamados a boicot pesan en Oriente Medio solo contra Israel, la demonización recae sobre el único país donde conviven las tres religiones monoteístas sin temor a ser exterminadas y donde, por el contrario, las mayores luchas se dan como en cualquier país occidental desde los temas abarcados en el gobierno y la sociedad civil; incluyendo el complejo e interesante sistema judicial israelí, el cual atiende además litigios de palestinos contra israelíes.

Aun así, la ONU tiene otros organismos que desde décadas atrás están casi secuestradas por los intereses de países no democráticos, con altos grados de violaciones a los DDHH en sus territorios que son invisibilizados por el lobby existente a favor de sus acciones.

Mientras que Israel recibe una tras otra las condenas internacionales por temas tan diversos como: la situación de las mujeres palestinas, el tema de los menores que son enviados a la cárcel en Israel al participar en actividades de violencia contra civiles israelíes, donde se acusa a Israel de judaizar Jerusalén. Se omiten este tipo de casos en otras latitudes, en un desequilibrio moral internacional.
En ocasiones, pareciera absurda la insistente diatriba anti israelí desde los foros de Naciones Unidas, pero cuando se entiende cuál es el “beneficio” económico y estratégico que representa destinar tanto tiempo y recursos contra un solo Estado como el causal de los mayores males del mundo, se comprende por qué actúan de este modo sin mayor reparo.

Por esto no conviene hablar de la interminable lista de violaciones a los derechos humanos en países de la ESCWA y otros más de una larga lista, muchos de los cuales son reincidentes en sus vejaciones a las libertades y derechos de hombres, niños, mujeres y minorías religiosas o sexuales, pero sobre los cuales la cantidad de informes, resoluciones y condenas son mínimos o absolutamente inexistentes.

No genera tampoco la cantidad de manifestaciones, mítines, manifestaciones políticas, ni expresiones de repudio desde los principales parlamentos del mundo. Lo peor de todo, auspiciado o permitido en reiteradas oportunidades hasta por países occidentales que son los principales patrocinadores económicos de foros y dependencias de las Naciones Unidas y ONG para defender los derechos de esas minorías perseguidas.

Ante la inoperancia absoluta de las dependencias de la ONU y las ONG, ante la compra de voluntades, silencios y votos, y ante el fácil camino que encuentran algunos países de dirigir todos sus dedos acusadores contra el único Estado judío en el mundo, que el uso de la frase “Naciones Unidas el burdel del mundo”, queda como anillo al dedo y además, es el más caro, no solo por la cantidad de recursos económicos que se trasiegan en esos bacanales de odio, sino por el descuido contra verdaderas y bien manifestadas crisis humanitarias que la ceguera auto impuesta les impide ver, pero que su olfato criminal les permite dedicar sus vidas a exacerbar e incentivar esfuerzos hacia la dirección equivocada. 

Fuente: aurora-israel.co.il
diciembre 08, 2016

La Victoria de Israel es el único camino que lleva a la Paz

 En su primera sesión informativa de seguridad, Avigdor Lieberman, Ministro de Defensa de Israel, declaró que Israel ya no tiene “el lujo de llevar a cabo agotadoras guerras de desgaste”. A 100 días de su mandato, sin ningún indicio de desaceleración del conflicto de décadas de duración, es evidente que ha llegado el momento de aplicar ese principio al proceso de paz israelí-palestino. Para que haya paz entre Israel y sus vecinos árabes, Israel debe ganar y los palestinos deben perder.

Durante la mayor parte de la historia humana, la victoria militar terminó con las guerras. La Pax Romana, un período de 200 años de relativa paz dentro del Imperio Romano, comenzó sólo cuando Augusto derrotó a Marco Antonio en la batalla de Actium. Cuando el Norte arrasó al sur en la guerra civil estadounidense, eso causó que el conflicto, aparentemente insoluble que se cobró tres cuartos de millón de vidas durante más de cuatro años, se desvaneciera. El Sur, sabiendo que fue derrotado, nunca más causó problemas. La mala voluntad de alemanes y japoneses hacia las democracias occidentales en la Segunda Guerra Mundial se disipó rápidamente, gracias a la amarga píldora de la derrota; seguida rápidamente por la amistad.
La sabiduría convencional de que los conflictos se resuelven mejor a través de la negociación y el compromiso simplemente no es verdad.

La sabiduría convencional de hoy sostiene que los conflictos se resuelven mejor a través de negociación y compromisos. Pero veamos los hechos. Después de 40 años de negociaciones para reunificar Chipre, la isla sigue dividida, y 60 años de disputa sobre la península coreana han logrado poco. En Siria, la matanza no ha disminuido a pesar de cinco años de conversaciones para reconciliar a sunitas y alauitas. Y, al mismo tiempo, años de esfuerzos diplomáticos para hacer retroceder el programa nuclear de Irán terminó con la capitulación de Occidente a las demandas de Teherán.

La falacia de las negociaciones es especialmente evidente en el conflicto árabe-israelí.

El quid del conflicto es simple: Israel quiere sobrevivir; el liderazgo palestino quiere destruirlo.Algunos líderes palestinos no ocultan esto. La abierta incitación a la violencia de los líderes de Hamas dio lugar a la llamada “intifada a puñaladas”, y el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, elogia a los “mártires” palestinos y le pone sus nombres a calles. Otros hablan de paz, pero exigen un “derecho de retorno” palestino a Israel, un requisito que vaciaría efectivamente de contenido al estado judío al permitir que millones de árabes de origen palestino se reasenten permanentemente dentro de las fronteras de Israel. Pero sin importar su punto de vista, todos los líderes palestinos predican el odio hacia Israel.

La política estadounidense, desde hace tiempo, ha sido evitar que Israel obtenga una victoria militar decisiva sobre sus adversarios. En 1956, el Presidente Eisenhower obligó a Israel a abandonar sus ganancias territoriales después de la crisis de Suez. Del mismo modo, después de la Guerra de los Seis Días de 1967, EE.UU. ayudó a diseñar una resolución de la ONU llamando a Israel a devolver, sin especificar, “territorios ocupados” en la guerra. La administración Reagan frenó a Israel que estaba destruyendo las fuerzas de la OLP de Yasser Arafat en el Líbano en 1982 y, más recientemente, la administración Obama presionó a Israel a limitar sus objetivos en su guerra con Hamas de 2014. Estas concesiones, que a menudo son unilaterales e irreversibles, incluyen congelación de asentamientos, liberación de prisioneros y pérdida del territorio.

Tales políticas dan resultados perniciosos; la “restricción” estadounidense a Israel alienta a sus enemigos a tomar riesgos. Al igual que los rescates del gobierno alientan a los bancos a realizar inversiones de alto riesgo y alto beneficio mediante la eliminación de las consecuencias del fracaso, los adversarios de Israel no necesitan preocuparse por la irrevocable pérdida porque saben que la comunidad internacional reprenderá a Israel por cualquier ganancia que logre.
 
Por otra parte, restringir a Israel legitima y nutre el rechazo palestino, definido como rechazo a reconocer la soberanía de Israel y el derecho de los judíos a vivir en su tierra ancestral. Porque sabe que no habrá consecuencias para su sofisticada guerra de propaganda, la Autoridad Palestina puede seguir demonizando a Israel. “Para llegar a ser un pueblo normal, uno cuyos padres no alienten a sus hijos a convertirse en terroristas suicidas, los árabes palestinos tienen que sufrir la crisis de la derrota”, escribe el Presidente de Middle East Forum, Daniel Pipes.

Cuando Israel tiene la licencia, sin el oprobio estadounidense, de dar rienda suelta a su fuerza militar después de un cohete o de un ataque terrorista palestino, como cuando Liberman ordenó más de 50 ataques aéreos contra la infraestructura militar de Hamas en Gaza en respuesta a un cohete, los palestinos se retiran. El temor a una derrota total es un arma potente para neutralizar la resistencia palestina.
 
El manejo de Estados Unidos del conflicto árabe-israelí está impidiendo la metamorfosis del modo de pensar palestino acerca  de Israel que la paz requiere. Es hora de que Washington permita que Israel demuela el sueño palestino de una solución de un estado, libre de judíos. Como dijo Ronald Reagan en relación a la lucha de EE.UU. contra el comunismo, la única manera de “ganar es si ellos pierden”
 
Esto no significa que EE.UU. debe apoyar un acuerdo del conflicto palestino-israelí en que el ganador se lleva todo. Pero hay que prescindir de la falacia de que Israel está a sólo una concesión o dos de distancia de un avance diplomático con intermediación estadounidense. Como dice la famosa frase del General Douglas MacArthur, “no hay sustituto para la victoria”.

Por: Gregg Roman, director del Foro de Oriente Medio (ME Forum)
  
Fuente: meforum.org – http://www.meforum.org/6269/israel-win-lose-solution



Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
marzo 13, 2016

Se ha prohibido la venta de coches de lujo que utilicen diésel en Nueva Delhi

La Corte Suprema de la India ha tomado la iniciativa de paralizar la venta de coches de lujo en la ciudad de Nueva Delhi y vehículos de 4×4 que se muevan a partir de diésel. La noticia ha molestado a una buena parte de inversores que han confiado en estas marcas de gran nivel pero ciertamente, las autoridades tienen sus razones.

Nueva Delhi es la ciudad más contaminada del mundo y que está reconocida en diversas encuestas y análisis de exceso de polución como tal. La situación es bastante preocupante y los organismos de sanidad llevan algunos meses disparando voces de alarma por lo que es importante que se tomen medidas prontas.

El gobierno de la India no quiere seguir en esta lista de espacios más contaminados y, hasta que no se suavice un poco la situación, ha tomado la determinación de no dejar que los concesionarios vendan más coches de lujo por un tiempo sobre todo porque son los que más consumen.

Solo aquellos que usen diésel serán bien recibidos por las autoridades así que aquellas personas que gastan mucho en vehículos de lujo, tendrán o bien que esperar o por otra parte buscar modelos que efectivamente, no lleven gasolina.

Fuente: http://zonaselecta.com