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diciembre 28, 2023

Descubre cómo el evangelio santifica al creyente

 


Una reseña del libro “De gloria en gloria: Un evangelio que salva y santifica” (B&H Español, 2023).

Las personas que hacen cambios intencionales en sus vidas suelen verse motivadas a hacerlos por sus necesidades, metas o deseos. Los creyentes no somos la excepción.


La Escritura nos da la certeza de que la vida cristiana no involucra solo un cambio de conducta, sino también una transformación total del ser, partiendo de un arrepentimiento genuino por la fe en Jesucristo (p. ej., 2 Ti 3:16; Tit 3:5; Ro 12:2). Por eso los creyentes tenemos un llamado a ser santos como Dios es santo (1 P 1:16-16). Pero ¿cómo responder a ese llamado de manera adecuada?


Al respecto, en su nuevo libro De gloria en gloria: Un evangelio que salva y santifica (B&H Español, 2023), el pastor Sugel Michelén escribe:


Ningún creyente podrá crecer y madurar en su vida cristiana a menos que posea un entendimiento cada vez más claro del evangelio y se apropie de ese evangelio cada día por medio de la fe (p. 14).


En este recurso, el pastor Michelén provee un material que aborda la soteriología (doctrina de la salvación) y sus implicaciones en la santificación del creyente, en sus dos categorías bíblicas: la posicional y la progresiva, las cuales establecen las dos partes en las que está dividido el contenido de este libro.


1) El evangelio y la santificación posicional

El pastor Michelén define el evangelio como «el anuncio de lo que Dios ya hizo en Cristo a favor de hombres y mujeres que de ninguna manera hubiesen podido acercarse a Él por sus propios méritos» (p. 16). Para tener una comprensión adecuada del evangelio es importante entender los resultados de la obra de Cristo, partiendo de la grave situación de la humanidad. En la cruz, Dios propició un intercambio glorioso: la imputación de nuestro pecado sobre Jesús, y entonces la impartición de la vida justa de Cristo al pecador redimido, al trasladarlo de la muerte a la vida.


En estos primeros ocho capítulos podrás ver un amplio análisis teológico sobre la unión de los creyentes con Cristo en seis aspectos (sobrenatural, espiritual, orgánico, vital, exhaustivo y misterioso) y cómo esta unión brinda a los cristianos una nueva identidad, nuevos deseos, una nueva capacidad para obedecer a Dios y un nuevo destino.


Además, podrás conocer más sobre el ordo salutis u orden de la salvación, expresión que engloba doctrinas que todo creyente debe estudiar, pues amplían nuestro entendimiento de la obra de redención.


2) El evangelio y la santificación progresiva

Esta segunda parte explica cómo Dios usa el evangelio para promover la santificación progresiva del creyente (caps. 9-13). El autor menciona que la santidad es el brillo de la gloria de Dios (p. 123) y desarrolla cómo nos afecta:


La santidad no es opcional para el creyente ni es un bono reservado para los súper miembros de la iglesia. Tampoco está asociada en la Escritura con santurrones amargados y aburridos (p. 124).


¿Por qué esto es importante? Una comprensión adecuada de la santidad desmiente bíblicamente el argumento de que vivir para Dios se trata de algo doloroso y restrictivo. Por el contrario, el evangelio nos llena de gozo no circunstancial, pues, debido al poder impartido por el Espíritu Santo, todo creyente es capaz de cultivar una vida piadosa que le lleva a ser cada vez más semejante a Jesús.


La salvación implica un cambio de afectos y entendimiento. Por eso un cristiano maduro no ve la ley como una privación, sino como sabiduría de Dios para vivir conforme a Su diseño. Para un cristiano no existe una meta más alta que vivir para la gloria de su Salvador.


El pastor Michelén afirma que nos convertimos en lo que adoramos y en la medida que crecemos en nuestra comunión con el Señor Jesucristo, en esa medida crecemos en santidad (pp. 132, 138). Por lo tanto, la santificación progresiva se refiere a crecer en santidad, en semejanza y admiración a Cristo, mientras renunciamos a aquellas cosas que luchan por el control de nuestro corazón.


El capítulo 10 analiza tres obstáculos que impiden el progreso espiritual del creyente: la idolatría, el legalismo y el antinomianismo. ¿De qué manera estos pecados obstaculizan el progreso espiritual? El antinomianismo, por ejemplo, enseña que «los cristianos no tienen que prestar atención al pecado del que han sido justificados» (p. 152). El pastor Michelén refuta este argumento:


La ley moral de Dios se encuentra íntimamente ligada al evangelio al ser el instrumento usado por Dios para revelar al pecador su condición pecaminosa. Nunca Dios tuvo la intención de justificar al pecador por guardar la ley. El que justifica es Cristo, por medio de la fe. Pero la ley es el ayo (p. 153).


Esta sección me ayudó a entender mejor cómo operan tanto el legalismo como el antinomianismo; aunque estos parecen opuestos, realmente son «mellizos». Mientras el primero pretende cumplir la ley de Dios sin dependencia de Él, el segundo intenta separar la cruz del aspecto moral de la ley. No obstante, Jesús vino a cumplir la ley, no a eliminarla.


La importancia de comprender la gramática del evangelio

Si bien muchas ideas de este libro capturaron mi atención, el siguiente enunciado clave hizo un eco particular en mí: «En la gramática del evangelio, los indicativos vienen primero y los imperativos después» (p. 161). Esto significa que el Señor nos indica en qué consiste Su obra de redención por medio de Su Palabra. Es decir, estos «indicativos» son previos a los mandamientos o «los imperativos» de Dios que deben regir la vida del nuevo creyente.


El pastor Michelén explica que en la carta a los Romanos, Pablo ocupa once capítulos para los indicativos del evangelio y desde el capítulo doce vienen los imperativos, es decir, cómo vivir la nueva vida en Jesús. Asimismo, en el Éxodo, Dios primero libera a Su pueblo y luego le entrega Su ley.


Cuando era adolescente y recién convertido, tuve temor al darme cuenta de mi incapacidad de cumplir la ley de Dios. Eso generaba en mí una fuerte carga emocional. Un día, leyendo la carta a los Romanos llegué al capítulo ocho, donde el apóstol Pablo afirma: «No hay condenación para los que están en Cristo Jesús» (v. 1). Esa verdad me llenó de paz, y esta sección del libro De gloria en gloria me hizo recordar aquel evento.


Resulta reconfortante saber que el mensaje del evangelio declara que en Cristo somos perdonados y que la ley no nos condena porque la justicia de Jesús nos ha sido imputada.


Ahora bien, ¿cómo opera la gracia de Dios y la responsabilidad del ser humano en la santificación progresiva? El autor ha dispuesto una sección titulada «la responsabilidad dependiente», donde afirma que nosotros somos los verdugos que debemos llevar a cabo el fusilamiento del pecado:


Eso es algo que nadie puede hacer por nosotros. Pero al mismo tiempo, es imposible hacerlo por nosotros, si es que no lo hacemos en dependencia del Espíritu Santo… la obra de Dios en nosotros y a favor de nosotros siempre antecede nuestro obrar (pp. 169, 175).


En este apartado se nos brinda ayuda para entender cómo la responsabilidad humana del creyente y la obra de Dios apuntan hacia la misma dirección.


La santidad perfeccionada

Hacia el final, el libro expone cómo las disciplinas espirituales y la vida en comunidad son medios de gracia que Dios ha dispuesto para un proceso de santificación fructífero, sosteniendo que la santificación progresiva no es individualista, sino un proyecto de comunidad (p. 186). Por la trascendencia del tema, pienso que hubiese sido bueno que el autor ampliara más en esta sección, puesto que ocupa un espacio muy corto del libro.


Por otro lado, mientras el título del libro resume de manera adecuada su contenido, los colores elegidos y la ilustración del diseño de portada me parecen muy tenues y que se relaciona poco con el tema del libro enfocado en la esperanza, el gozo y la santificación que trae a nuestras vidas el glorioso evangelio de Cristo.


Un punto de oportunidad que veo es que el libro está dividido en dos partes, pero no se indica dónde inicia o termina cada parte de los capítulos uno y dos, lo cual facilitaría más la lectura. Noté esto porque no tuve esta dificultad al leer el libro De parte de Dios y delante de Dios (B&H Español, 2016) del mismo autor.


Finalmente, las personas suelen querer ver cambios en sus vidas por mérito propio. No obstante, los creyentes sabemos por la Escritura que los cambios que deseamos han iniciado y se completarán en Jesús cuando vuelva. Esto es algo que comprenderás mejor al leer De gloria en gloria, una lectura que será de mucha edificación para la iglesia.


Recuerda las palabras del apóstol Pablo: «Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús» (Fil 1:6).


Fuente: https://www.coalicionporelevangelio.org/resenas/descubre-evangelio-santifica-creyente/




agosto 18, 2021

¿Cual es nuestro deber como Creyente?

 


Nuestro mayor deber como creyentes en nuestro andar cotidiano es ser un ejemplo para quienes no conocen a Cristo, como para nuestros hermanos en la fé; así para aquellos débiles como para los que se han apartado del camino del Señor.


¨Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.¨ 1 Timoteo 4:12


Como cristianos debemos considerar nuestro vivir y actuar cada día; la manera en de hablar, las palabras que salen de tu boca, como actúar, tus gestos, hasta la manera de vestir. Y esa es una de las cosas en la que nosotros como hijos de Dios debemos de cuidar y marcar la diferencia.


El mundo está lleno de lobos disfrazados de ovejas, no debemos exagerar nuestra apariencia ni dejar nuestra esencia, ni nuestro estilo propio para agradar a los demás, lo importante es agradar a Dios.


Puede que la apariencia refleje mucho de lo que tenemos en nuestro corazón. Muchas personas no tienen consideración en la vestimenta como cristiano, siendo la verdadera clave está en el equilibrio que tengas en tu relación con Dios y por ende de lo que haya en tu corazón. Una vez tengas este verdadero equilibrio, el Espíritu Santo te guiara en cómo vestirte, en las cosas más mínimas que menos imaginas, en nuestra manera de hablar, de actuar, porque lo que hay en tu corazón eso reflejas.


Dios conoce nuestros corazones y cada una de nuestras intenciones y pensamientos, y si buscamos de Él seremos guiados por la senda correcta para agradar en todo a Dios y no al hombre.


Por otra parte no tratemos de ser como los demás quieren que seamos, vivamos nuestra relación como Dios quiere, no como la gente quiera, nadie cambia por nadie, solo Dios es quien puede hacer cambiar a una persona de corazón; Seamos ejemplo para quienes no conocen a Dios y para aquellos que recientemente hallan conocido a Cristo.


¨Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.¨

1 Timoteo 4:13-14 .


Entonces Dios nos ha llamado a ser luz y guía de esas personas que aun no han encontrado el camino correcto, como para aquellos que quieren sentirse aceptados por el mundo, entonces debemos estar dispuestos a llevar la palabra para corregir sus pasos, también a instruir con amor, basándonos en la palabra de Dios, eres un escogido, si estás leyendo esto es porque Dios te está llamando y a las personas que Dios llama deben ser obedientes a él.


¿Quieres un cambio a tu alrededor? Empieza por ti, si quieres que todo a tu alrededor sea diferente, que tu familia conozca a Cristo, empieza por ti; cada día es para mejorar y cuando seamos consientes de que tenemos que cambiar y que solo Dios puede hacerlo en nosotros, el actuará en nuestra vida y seremos un testimonio vivo de la obra de Dios.


Autora: Jessica Terán


Fuente: Familia Cristiana

marzo 27, 2019

¿Es el diezmo para el creyente del Nuevo Testamento?

Hace unas semanas escribí un artículo titulado ” Por qué es importante mantener el diezmo en tiempos económicos difíciles” y, francamente, me sorprendieron los muchos comentarios de seguimiento de los cristianos que no creen que el diezmo sea para hoy. Muchos expresaron la creencia de que el diezmo solo se hacía en el Antiguo Testamento y, por lo tanto, no debería ser parte de la vida de un creyente. Sus comentarios me hicieron preguntarme: si el diezmo está restringido o no al Antiguo Testamento, ¿es la práctica de diezmar algo tan malo para el creyente de hoy? Analicemos y veamos lo que la Biblia tiene que decir sobre el diezmo.

¿Qué es el diezmo?

La palabra “diezmo” significa “una décima parte”. El diezmo era una ofrenda de los ingresos agrícolas que uno hacía al Señor como una expresión de agradecimiento y dedicación. En la economía agrícola del Antiguo Testamento, los diezmos no se pagaban en efectivo, oro o bienes, sino en cultivos o ganado, ya que solo el fruto agrícola de la tierra prometida debía ser diezmado, no otras formas de ingresos.

Aunque hoy en día comúnmente pensamos en el diezmo como un “10 por ciento” como resultado, al parecer hay tres diezmos en el Antiguo Testamento, dos cada año y un tercio cada tres años, o un promedio del 23.3 por ciento de la producción anual de la tierra. También hubo provisión para ofrendas voluntarias y donaciones personales más allá del diezmo, para que el diezmo nunca se quedara solo. Los diezmos fueron dados por los patriarcas Abraham (Génesis 4: 17-20) y Jacob (Génesis 28:22); se instituyó un sistema de diezmos en la ley de Dios dada a través de Moisés (Deuteronomio 12; Deuteronomio 14   Deuteronomio 26; y los profetas reprendieron a los hijos de Israel por no darle el diezmo a Dios (Malaquías 3: 8).

La idea del diezmo todavía está presente en el Nuevo Testamento (Mateo 23:23), pero nunca se aplica explícitamente a los creyentes. En cambio, casi todos los cristianos están llamados a hacer donaciones voluntarias más extravagantes en respuesta al evangelio del Señor Jesús, basado en la fe en Dios como proveedor (2 Corintios 9: 6-10).

El diezmo es una cuestión del corazón

Primero, veamos la definición y el propósito del diezmo. El principio fundamental detrás de diezmar y dar es el hecho de que lo que hacemos con nuestro dinero muestra dónde está nuestro corazón. Mateo 6:21 dice: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. Cuando somos capaces de dar el 10% o más de nuestros ingresos en lugar de guardar ese dinero para nosotros, eso demuestra que nuestro corazón no está atado a nuestro dinero y que amamos a Dios más que a nuestro dinero. 

La Biblia menciona el dinero más de 800 veces y de todas las parábolas de Jesús, más de la mitad de ellas habla sobre el dinero. ¿Por qué? ¡Porque ahí es donde muchas personas se tropiezan! Cuando somos capaces de devolver al menos el 10% de nuestros ingresos a Dios, nuestro dinero no tiene un control tan estricto sobre nosotros porque nos damos cuenta de que Dios está en control de nuestras finanzas. Recordamos que todo lo que tenemos nos lo ha dado Él. Aunque la mayoría de nosotros trabajamos por el dinero que ganamos cada mes, incluso Dios tiene su mano allí: Él nos ha dado la capacidad de hacer nuestro trabajo. ¡Muchos de los que comprenden lo que Dios realmente les ha dado parecen estar de acuerdo en que el 10% ni siquiera parece suficiente! 

¿Es obligatorio el diezmo?

Muchos lectores que respondieron se mostraron en desacuerdo con la idea de que el diezmo fuera “obligatorio” o “requerido”, como si fuera algo que mantiene a los creyentes en la esclavitud. Pero, ¿los estándares de Dios realmente nos mantienen en esclavitud? Al igual que Dios nos dice que mantengamos el sexo dentro del matrimonio, que nos amemos unos a otros y que busquemos primero su reino, el diezmo es una bendición para nuestras vidas y algo que ayudará a mejorar nuestras vidas (así como también las vidas de otros). No somos salvos por obras, por lo tanto, el no poder diezmar no necesariamente te enviará al infierno, pero hacerlo ayudará a mejorar tu vida y fortalecerá tu relación con Dios. Personalmente, no creo que Dios nos maldiga si no diezmamos, pero sí creo que Él nos ayudará a escapar de la maldición que ya existe en el mundo si lo hacemos.

Prácticas de diezmo del Antiguo Testamento contra el Nuevo Testamento

Si el diezmo es solo para el Antiguo Testamento o si también está incluido en el Nuevo Testamento es probablemente que el tema sea más debatido. La escritura a la que se hace referencia con mayor frecuencia con respecto al diezmo se encuentra en el Antiguo Testamento (Malaquías 3: 10-12), pero el diezmo también se menciona en el Nuevo Testamento. En Mateo 23:23, Jesús habla con los fariseos, condenándolos por diezmar hasta el último centavo, pero descuidando los asuntos más importantes de la justicia, la misericordia y la fe. Luego continúa diciéndoles que en realidad deberían diezmar, pero que no deberían descuidar las cosas más importantes. Jesús reconoció la importancia de mantener el diezmo y nosotros también debemos hacerlo.

Hay muchas prácticas en el Antiguo Testamento que no tienen sentido para nosotros hoy en día, pero muchas de estas formas antiguas se aplican a la ley de gracia del Nuevo Testamento como parte de la promesa de Cristo de no abolir la ley, sino de cumplirla (Mateo 5:17). Por ejemplo, ya no sacrificamos animales, pero como creyentes estamos llamados a ofrecer a nosotros mismos como un sacrificio vivo (Romanos 12: 1). Los hombres ya no tienen que ser circuncidados, pero todos tenemos una circuncisión del corazón a través del Espíritu Santo (Rom. 2:29).

La mayoría de nosotros no tenemos grano y productos para llevar al almacén, pero sí tenemos ingresos que podemos aportar la primera décima parte de la iglesia. En otras palabras, el hecho de que algo esté escrito en el Antiguo Testamento no significa que no carezca de aplicación hoy de una manera u otra.

Si bien es cierto que ya no estamos bajo la antigua ley, que estamos bajo la gracia, no debemos olvidar el propósito de la gracia: ayudarnos a vivir para Dios y hacer las cosas que Él quiere que hagamos. Romanos 8: 4 nos dice que Jesús vino para que el justo requisito de la ley se cumpla plenamente   en nosotros, no para que podamos descartarlo por completo. Y Romanos 3: 21-31 habla sobre cómo tenemos justicia por medio de la fe y no por el cumplimiento de la ley, pero el versículo 31 agrega: “¿Nosotros, entonces, anulamos la ley con esta fe? ¡En absoluto! Más bien, defendemos la ley. ” ¡La gracia de Dios nos da el poder y la capacidad de diezmar! 

Confiando en la iglesia con tu diezmo

Entonces, ¿qué sucede si no se opone al concepto de dar o incluso al concepto de dar el 10%? ¿Qué pasa si usted, como muchos de los comentaristas, discrepa con aquellos a quienes entregan su dinero a la Iglesia? Quienes expresan esta preocupación revelan dos problemas potenciales que deben abordarse:

La verdad es que los líderes de la iglesia son responsables de usar el dinero de la iglesia de una manera responsable: tienen más responsabilidad por eso que nosotros. Y como se mencionó anteriormente, la mayoría de ellos hacen un buen trabajo en esto. Sin embargo, vale la pena tener en cuenta que nuestra responsabilidad como creyentes es simplemente dar y confiar en que Dios se encargará del resto.

Esperamos que esté en una iglesia donde pueda confiar en que sus líderes hagan lo correcto. Si no puede encontrar una iglesia así, sería beneficioso trabajar en su confianza en Dios, pidiéndole que lo ayude a confiar en los líderes que lo ha colocado (u ore para que lo ayude a encontrar una solución si existe una verdadera iglesia) Pero recuerde, usted es responsable de lo que da y de su corazón, y los líderes de la iglesia son responsables de cómo usarlo.

¿Realmente Dios “abrirá las compuertas del cielo” si comienzo a diezmar?

Quizás. Pero debemos reconocer que este pasaje tan citado (Malaquías 3:10) se escribió no como una promesa general para los cristianos en todos los tiempos y en todos los lugares, sino para un grupo muy específico de personas en la historia: los empobrecidos e inseguros israelitas que viven en la tierra después de su regreso del exilio en Babilonia.

Dios requiere más aquí que solo diezmar (Malaquías 3: 5): requiere que su pueblo sea generoso en misericordia y justicia. De manera similar, los fariseos durante el tiempo de Jesús eran diezmadores escrupulosos, pero Jesús les dijo que estaban condenados, porque preferían dar un porcentaje fijo de cultivos a los más exigentes, más radicales y más importantes en vez de la búsqueda de la justicia y la misericordia y el amor de Dios con sus recursos (Mateo 23:23; Lucas 11:42).

El mandato de dar generosamente no se limita a un porcentaje establecido ya sea en el Antiguo Testamento o en el Nuevo. En cambio, estamos llamados a amar a nuestro prójimo como nosotros mismos (1 Juan 3: 16-18 ), al igual que Jesús nos amó ( 2 Corintios 8: 9 ). Por supuesto, Dios en su soberana y gracia puede decidir bendecirnos si damos generosamente.

Por ejemplo, el apóstol Pablo enseñó a los corintios que serían bendecidos si contribuían a la colecta para los pobres, para que “sean enriquecidos de todas las formas para que puedan ser generosos en cada ocasión” (2 Corintios 9:11). Pero no debemos diezmar o practicar ninguna otra forma de dar únicamente por los beneficios económicos que pueda aportar; nuestro principal objetivo debería ser glorificar a Dios (2 Corintios 9: 12-15).

Publicado en: NOTICIACRISTIANA.COM  – Cortni Marrazzo tiene un Grado Asociado en Discipulado Bíblico del Dominion College y actualmente está desarrollando su pasión por la escritura mientras dirige su propio negocio en el hogar, Essential Excellence. – Entérate diariamente de todas las noticias cristianas evangélicas.
marzo 11, 2019

¿Cómo puede un Dios amoroso enviar a la gente al infierno?

Hay algunas doctrinas que vemos, pero no podemos ver a través de ellas. El creyente a menudo es llamado a sostener las verdades bíblicas en tensión. Debemos contentarnos simplemente con ver a través del cristal hasta que sepamos lo que se nos conoce (1 Co. 13:12). Hay varias doctrinas bíblicas en esta categoría. Orar en el Espíritu no es uno de ellas.

Orar en el Espíritu es una parte indispensable de la vida cristiana que, en ocasiones, ha generado “más calor que luz”. Es cierto que las opiniones varían sobre el significado exacto de orar en el Espíritu. Hay una variedad de afirmaciones teológicas acerca de cómo “lograr” la oración en el Espíritu como si la admonición fuera una habilidad para ser adquirida. No lo es. Es un regalo para ser recibido, una vida para ser vivida.

Las Escrituras son claras: orar en el Espíritu Santo es acercarse al trono de la gracia en humilde y devota intercesión y súplica completamente en los términos de Dios, no en los nuestros. O, como un autor cristiano más viejo lo dijo Jacob Gregory: “Ningún ser humano puede orar sin ayuda divina. La oración con ayuda divina es orar en el Espíritu”.

¿Qué dicen las Escrituras?

“Ningún humano puede orar sin la ayuda divina” parece ser un dicho demasiado simple. Queremos más. Queremos saber qué debemos hacer para fomentar la experiencia. Nuestra contribución a la obra del Espíritu Santo es tan absurda como suponer que orar en el Espíritu Santo es una experiencia de éxtasis para cultivar. Sin embargo, este fenómeno de “Dios puede hacerlo, pero debo ayudarlo” es un impulso de la humanidad equivocado. “Orar en el Espíritu” es en conjunto una actividad divina que uno se apropia a través de la fe en Jesucristo y en su obra final en la cruz. ¿Sencillo? Sí, e infinitamente glorioso.

Recuerdo la frase de Peggy Nunan de su libro, On Speaking Well: “La mayoría de las cosas importantes que alguna vez dirás o escucharás en tu vida están compuestas de palabras simples, buenas y sólidas. ‘Te amo. Se acabó. Es un niño. Vamos a ganar. Él está muerto”.

Orar en el Espíritu Santo es una doctrina simple, buena y sólida. Pero es simplemente increíble. Hay numerosos pasajes, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, sobre las oraciones hechas en el poder del Espíritu. The great EM Bounds (1835-1913), un pastor metodista episcopal que se “especializó” en el estudio de toda la vida de la doctrina bíblica de la oración, escribió sobre uno de estos ejemplos con respecto a Ana en 1 Samuel 1: “Sus deseos eran demasiado intensos para la articulación. Ella derramó su alma en oración ante el Señor. Dificultades naturales insuperables estaban en el camino, pero multiplicó su oración, como el pasaje significa, hasta que su corazón iluminado por Dios y su rostro brillante registraron la respuesta a sus oraciones. y Samuel fue suyo por una fe consciente y una nación fue restaurada por la fe”.

Las lágrimas de Ana eran como sacramentos de agua salada que hablaban de un deseo profundo e invisible. Este anhelo fue elevado a Dios con la ayuda de Dios. Ella estaba orando en el poder de Dios, no en el suyo. Si bien no hay una redacción específica, “orar en el Espíritu”, la narrativa (y la narrativa es el principal género literario en el texto del Antiguo Pacto) demuestra claramente que tanto Ana como su hijo eran creyentes que oraban con “ayuda divina”.

El Nuevo Testamento se caracteriza, no solo por la narrativa, sino también por la literatura “didáctica”. Es decir, los escritores del Nuevo Testamento, particularmente el Señor Jesús y sus apóstoles, hablan o escriben para enseñar: para comunicar la verdad revelada de Dios a la humanidad. Dentro de este género primario en el Nuevo Testamento, podemos aislar y examinar mejor las enseñanzas exactas sobre el tema de orar en el Espíritu Santo. Aquí hay solo algunas selecciones que enseñan “oración con ayuda divina”.

5 versículos de la Biblia acerca de orar con ayuda divina

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”, (Gálatas 5: 16,17).

“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”, (Efesios 6:18).

” Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” (Judas 1:20).

“Igualmente, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos por qué orar como debemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos demasiado profundos para las palabras. Y el que busca en los corazones sabe lo que es la mente del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los santos según la voluntad de Dios”, (Romanos 8: 26-27).

“¿Qué voy a hacer? Oraré con mi espíritu, pero también oraré con mi mente; Cantaré alabanza con mi espíritu, pero cantaré también con mi mente”, (1 Corintios 14:15).

Nuevamente decimos: estas son solo muestras de la doctrina de orar en el Espíritu. Cada pasaje glorioso es digno de su propia consideración cuidadosa. Los pasajes son misteriosos solo en el sentido de que toda verdad sobre la gracia y el amor condescendiente de Dios es incomprensible para los simples mortales, pero la enseñanza es sencilla y accesible.

Uno ve un campo congelado y dice: “¡nada bueno puede crecer allí!” Ah, pero espere la primavera y verá que el mismo campo que parecía estéril estaba pulsando con poder invisible. Así también, la enseñanza bíblica sobre “orar en el Espíritu” es una semilla escondida dentro de aquellos que confían en Cristo Jesús. Vemos a la querida dama en el asilo de ancianos, y podríamos sentirnos tentados a pensar: “¡Qué impotente es la pobre alma!” Pero no podrías estar más equivocado. A medida que las semillas ocultas de trigo brotan en el cálido sol de la primavera, también el Espíritu Santo se mueve dentro de ella para inspirar sus oraciones, para perfeccionar sus oraciones y llevar el dolor a la oración y la oración a la providencia y la providencia para alabar.

Ya sea en la narrativa (p. Ej., Hechos 4:41) o en la expresión didáctica (“enseñanza”), (p. Ej., Efesios 6:18), el Antiguo y el Nuevo Testamento demuestran que la oración en el Espíritu sucede cuando nos acercamos al Dios Todopoderoso en la Nombre de Jesucristo y según la voluntad revelada de Dios.

Cómo orar en el espíritu

Me arriesgo a repetir aquí, pero no debemos dejar espacio para la siempre presente tendencia humana a agregar o quitar la verdad clara de las Escrituras. Orar en el Espíritu, caminar en el Espíritu y adorar en el Espíritu (“en Espíritu y en verdad”, Juan 4:24) debe presentarse ante el Señor de acuerdo con Sus medios designados, es decir, a través de Aquel a quien el Espíritu magnifica, el Señor Jesucristo ( Romanos 8: 26-27 ), dependiendo de Su Palabra revelada y suplicando como una criatura menor a nuestro Creador glorioso.

El Espíritu Santo también toma nuestras oraciones y las perfecciona ante el Todopoderoso (por ejemplo, Romanos 8:26). El Espíritu Santo ora dentro de nosotros cuando no podemos pronunciar una palabra (nuevamente, Romanos 8:26). Orar en el Espíritu Santo es también construir unidad en el cuerpo de Cristo. Cuando está orando en sumisión al Señor Dios y a Su Cristo, el Espíritu Santo dentro de usted se testificará a sí mismo en Su Palabra, en sus oraciones, e incluso en aquellos otros creyentes que oran con usted. Estas cosas y mucho más están encendidas por la dinamita de orar en el Espíritu.

Orar en el Espíritu no es

El Dr. Martyn Lloyd-Jones, el galés que fue el cirujano convertido en Embajador de la Reina, usó un gran segmento de su enseñanza en la Capilla de Westminster, Londres, para orar en el Espíritu Santo al demostrar, a partir de las Escrituras, lo que no es: Orar en El Espíritu no es un acto de mera emoción. Uno no puede ser “animado a orar en el Espíritu”. Un arreglo tan divino no puede ser cautivo de las sensaciones mortales. Alternativamente, orar en el Espíritu es, sin duda, orar con todo nuestro ser, “cabeza y corazón”. La emoción, en este caso, es un efecto de orar en el Espíritu en lugar de la causa…”.

Déjame dar un ejemplo. Sé de un anciano cristiano que vive solo. Este hombre sin pretensiones y amable es un banquero retirado, una persona reservada y reservada por naturaleza. Anglicano, este caballero lee la ” oficina diaria ” del Libro de Oración Común. Lee Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y un Salmo. Él reza la Colecta del Día (una oración especial escrita, en su mayoría por Thomas Cranmer [1489-1556] para las respectivas estaciones de la Iglesia, reunidas en el Libro de Oración Común). Cuando se inclina ante el Señor y ora, usando estas formas antiguas, ¿es este hombre de alguna manera incapaz de orar en el Espíritu? Por supuesto que no. Él puede o no estar orando en el Espíritu Santo (lo conozco y creo que ciertamente lo está). Entonces, orar en el Espíritu no se demuestra, necesariamente, por un entusiasmo visible, sino por la fe en la Palabra de Dios y en la voluntad de Dios, por la fe en el Señor Jesucristo. El Espíritu de Dios magnifica al Hijo de Dios y su voluntad para sus corderos: tú y yo.

¿Por qué es importante orar en el espíritu?

Orar en el Espíritu es vital para nuestra santificación (crecimiento en gracia y conocimiento de Cristo y en nuestra respuesta ética a Dios en cada área de la vida). Además, orar en el Espíritu Santo es el medio glorioso de Dios para hacer avanzar Su voluntad en la tierra como en el cielo. El difunto J. Oswald Sanders (1902-1992) de Nueva Zelanda señaló la bendición del creyente de orar en el Espíritu en su libro clásico, Prayer Power Unlimited: “Aquí está el secreto de la oración que prevalece, orar bajo una inspiración directa del Espíritu Santo, cuyas peticiones para nosotros y por medio de nosotros siempre están de acuerdo con el propósito divino, y por lo tanto son ciertas respuestas”.

Orar en el Espíritu cultiva una relación vital con nuestro Señor Jesucristo resucitado y reinante. Orar en el Espíritu es abrir tu vida a la plenitud del Espíritu de nuestro Señor Jesucristo. La oración en el Espíritu nos cambia de adentro hacia afuera y nos hace listos y dispuestos a hacer la voluntad de Dios.

¿Quién puede orar en el espíritu?

Quiero ser muy alentador para todos ustedes que están leyendo esto. Todos y cada uno de ustedes pueden venir a Dios y orar en el Espíritu Santo. No hay trucos, jerga críptica ni información privilegiada que se deba adquirir. Arrepiéntase de sí mismo y de todas las consecuencias pecaminosas de confiar en “la carne” y reciba a Jesucristo por fe. El Espíritu de Dios entrará en ti y hará su residencia en ti. Te convertirás en un verdadero “templo” del Dios vivo. Entonces, tendrás un nuevo deseo implantado por Dios para seguirlo: en la adoración, el testimonio, la comunión y en la oración. La oración en el Espíritu es el siguiente paso “natural” para seguir a Jesús como Señor y Salvador.

Una vez hubo un creyente que llevó su carga a Dios en oración. Dos veces este hombre había estado comprometido para casarse y dos veces había perdido a su novia por una enfermedad. Joseph Scriven(1819-1886) tuvo una carrera prometedora en la música después de graduarse de Trinity College en Dublín.

Las pérdidas que sufrió lo llevaron a Canadá a tomar la vida de un maestro y un educador. Pero el dolor era abrumador. De hecho, además de todo esto, su madre en Irlanda lo extrañaba mucho. Joseph Scriven murió el 10 de agosto de 1866; no está claro si el pobre hombre se ahogó por accidente. Sin embargo, su familia, la comunidad cristiana que lo rodeaba y todos los que lo amaban y se preocupaban por él podían consolarse con las palabras que escribía, palabras que eran una verdadera oración de corazón. Verás, aunque este pobre hombre sufrió en silencio, llevó su escrito a Dios, él compuso una oración que se convirtió en un himno. Puede que sepas muy bien ese himno: el amigo que tenemos en Jesús.

“¡Oh qué amigo nos es Cristo!

Él llevó nuestro dolor,

Él nos manda que llevemos

Todo a Dios en oración.

¿Está el hombre desprovisto

De paz, gozo y santo amor?

Esto es porque nos llevamos

Todo a Dios en oración”.

Lleva todo a Dios en oración. Hazlo por su poder y según su voluntad. Si haces eso, estarás orando en el Espíritu. Un tiempo tan refrescante de renovación está disponible para usted, su comunidad cristiana local, e incluso para una nación de creyentes a medida que la semilla velada y prevaleciente de la oración brota para lograr lo que nosotros no podemos.

Por Michael A. Milton, PhD (Universidad de Gales; MPA, UNC Chapel Hill; MDiv, Knox Seminary), el  Dr. Milton actualmente se desempeña como Presidente de Misiones James Ragsdale en  el Seminario Teológico Erskine.  Él es el Presidente de  Faith for Living  y el  Instituto D. James Kennedy,  un ministro presbiteriano desde hace mucho tiempo, y Capellán (Coronel) USA-R. El Dr. Milton es autor de más de treinta libros y un músico con cinco álbumes publicados. Mike y su esposa, Mae, residen en Carolina del Norte.










febrero 27, 2017

Es mejor ser ateo que un mal cristiano dice: El Papa Francisco

Si eres un cristiano que explota a otras personas, llevas una doble vida o manejas un negocio “sucio”, tal vez es mejor que no te identifiques como un “creyente”, sugirió el papa Francisco este jueves, en una homilía en Roma.

“Tantos católicos son así. Y escandalizan”, dijo el pontífice durante una misa matinal en Casa Santa Marta, según reporta Radio Vaticana. “Cuántas veces hemos oído, todos nosotros, en el barrio y en otras partes, ‘pero, para ser católico como aquel, es mejor ser ateo’. Ese es el escándalo. Te destruye. Te derriba. Y esto sucede todos los días”.

“Pero, ¿qué cosa es el escándalo? El escándalo es decir una cosa y hacer otra; es la doble vida”, dijo el papa Francisco.

En la Iglesia católica, es una ofensa grave.

El pontífice citó varios ejemplos de cómo llevar una doble vida:

“Yo soy muy católico, yo voy siempre a misa, pertenezco a esta asociación y a esta otra; pero mi vida no es cristiana, no pago lo justo a mis empleados, exploto a la gente, soy sucio en los negocios, hago blanqueo de dinero… doble vida”, señaló el papa, según Radio Vaticana.

El sermón del papa Francisco, como es costumbre, fue una extendida improvisación sobre las lecturas bíblicas que incluyeron un pasaje del Evangelio de San Marcos. En él, Jesús dice que es mejor ahogarse que hacer que otros pequen.

Basándose en ese pasaje, el catecismo católico dice que los escándalos incluyen a líderes empresariales que alientan el fraude, profesores que agitan a estudiantes y manipuladores que alejan a la gente de valores morales.

En otras palabras, cualquiera que lleve a otro a hacer el mal, directa o indirectamente, es responsable por el mal que ha alentado, dice la Iglesia. Así que cuando el papa Francisco compara a los cristianos con ateos, no es que haya perdido la razón, sino que está tratando de proteger a su rebaño.

Falsos cristianos

Mientras muchos de los pronunciamientos del pontífice son usualmente asumidos como interpretaciones novedosas de las doctrinas cristianas, el papa Francisco también estaba tocando un debate antiguo: ¿Es la salvación abierta a todos los creyentes o solo a aquellos que hacen el bien en la tierra?

El papa sugirió esto último en un lenguaje característicamente contundente: imaginó a un cristiano rico tocando las puertas del cielo diciendo: “‘¡Soy yo, Señor! ¿No te acuerdas? Yo iba a la iglesia, estaba cerca de ti, pertenecía a tal asociación, hago esto… ¿no te acuerdas de todas las ofrendas que hice?”

A lo que Jesús podría responder, según el papa:

“Sí, recuerdo. Las ofrendas, aquellas las recuerdo: todas sucias. Todas robadas a los pobres. No te conozco”.

El sermón de este jueves es, hasta ahora, la primera vez que Francisco se ha dirigido a los cristianos hipócritas. En un sermón del pasado mes de febrero, el papa desafió la “falsedad” de los cristianos que hablan de piedad, pero que hacen poco por ayudar a los otros.

Tampoco es la primera vez que el papa ha mencionado a los ateos. En 2013, planteó preguntas para decir que el cielo estaba abierto, potencialmente, para todos.

“El señor nos ha redimido a todos nosotros con la sangre de Cristo: todos nosotros, no solo los católicos. Todos”, dijo a los creyentes en una misa. “‘Padre, ¿y los ateos?’ Incluso los ateos. ¡Todos!”.

El papa continuó: “Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien. ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’ Pero haz el bien: todos nos encontraremos allá”.

El Vaticano aclaró más adelante, en una nota, que el papa Francisco simplemente estaba hablando de la gracia de Dios, incluso a los ateos, y estaba urgiendo a creyentes y no creyentes a trabajar juntos.

Fuente: cnnespanol.cnn.com
octubre 29, 2016

Iglesia es Condenada a devolver Donacion de creyente Estafado por Sanidad de Cancer

La Iglesia Mundial del Poder de Dios fue condenada por el Tribunal de Justicia de Río de Grande del Sur a devolver el valor actualizado de una donación hecha por un fiel que esperaba ser sanado de cáncer. El caso ocurrió en 2013, cuando el hombre dejó el tratamiento médico y suspendió la medicación creyendo en la palabra de los pastores que había sido sanado.

Sin embargo, según consta en el proceso, “Cuando verificó que su salud estaba extremadamente frágil, percibió haber sido engañado. Dijo que ‘el lavado cerebral’ fue tan grande que solamente volvió al tratamiento ante la presión del equipo médico y de sus familiares”.

Dijo que donó 7.000 reales de aquella época. Después de la desición del tribunal de la 9na Cámara Civil, el valor fue actualizado y recibirá cerca de 20.000 reales.

Esa es ya una condena en segunda instancia, después de la Cámara Judicial de la Comarca de Nueva Petrópolis haber juzgado la acción improcedente. El juez Franklin de Oliveira Netto afirmó que las pruebas presentadas no “eliminaban la duda sobre la existencia de coacción moral o engaño en la transferencia de dinero para la iglesia”.

Como no fueron inscritas como testimonios en el proceso, fue cuestionada la validez de la acción penal. La defensa de la iglesia afirma que la donación fue hecha de forma libre y espontánea y niega que haya habido coacción.

Además, el juez Carlos Eduardo Richinitti alegó que “cuando la fe se mezcla con el dinero, como en la acción analizada, no se esta tratando apenas de una opción religiosa. Lo correcto es examinar el asunto como negocio jurídico y, en ese sentido, analizar las circunstancias que envuelven a cada caso”

Según el, el mercado de la fe es un gran negocio, y como tal debe ser visto, citando como ejemplo a la propia Iglesia Mundial del Poder de Dios.

“La pregunta que se impone es: quién, dentro de condiciones normales, recibiendo lo que recibe el autor, haría una donación, manifestando libremente su voluntad, de una valor de $ 7.000, que corresponde prácticamebte a 7 meses de su sueldo?” cuestionó. Clasificó la actuación de los pastores como “coacción moral” e, por tanto, invalida las donaciones.

Fuente: Veja Sao Paulo
mayo 26, 2016

Muñecas transexuales para niñas ¿Qué?

Esta mañana me levanto, abro mi correo y me encuentro con un mensaje de un siervo llamado Rodrigo Mesura Mendieta, diciéndome que un amigo creyente fue a un supermercado de la ciudad de Mariano Roque Alonso – Paraguay, queriendo comprar una muñeca para su hija, ella eligió una que le gusto, el padre tomo la muñeca para verla y se percato de que era transexual.

Pues es la primera ves que veo una muñeca transexual. No me contuve y seguí investigando y me encontré con unas barbies transexuales creadas en el 2010, por andrea canoy el fotógrafo Manuel Antonio Velandia, quienes después de haber tenido 50 años creando Barbie, se atrevieron a cambiarle el sexo convirtiendolas en transexuales. El propósito de estos diseñadores fue exhibir la exposición para que el público de todas las edades deje a un lado el tema de la sexualidad como un tabú y que los niños desde temprana edad sepan que hay diversidad en este ámbito.”

Si usted ha estado observando los titulares de los últimos años, se habrá dado cuenta del increíble aumento en el interés por ratificar la homosexualidad. La inmoralidad esta por las nubes. Los liberales, hijos del diablo ya no se conforman, sino, que ahora quieren manipular la mente de los inocentes, para que ellos piensen que todo es normal. ¿Y ahora que más vamos a ver?. La palabra es muy clara cuando dice: Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y dulce como amargo. (Isaías 5:20)

Algunos de los planes de la agenda homosexual:

    La eliminación de la libertad de expresión mediante el acoso y el intento de silenciar a cualquiera que esté en desacuerdo con ellos.
    Aprovecharse de los niños por adoctrinarlos y reclutarlos a su estilo de vida.
    Imponer sus creencias a los demás a través de jueces activistas y legisladores que requieren que todo el mundo a promover activamente la homosexualidad en todas las instituciones (escuelas, lugares de trabajo, iglesias, etc).
    Destruir el matrimonio y la familia tradicional con el fin de aniquilar cualquier norma moral de la conducta.
    Intolerancia hacia cualquiera que no se someta voluntariamente a su agenda;
    Luchar por una doble estándar de la justicia discriminatoria e inconstitucional, exigiendo que los crímenes contra los homosexuales sean castigados con mayor severidad que los mismos crímenes contra los heterosexuales a través de la legislación de los crímenes de odio.
    Y engañosamente retratar la homosexualidad como un comportamiento inofensivo y sin víctimas. 

Imaginasen que pasa por las cabecitas de los inocentes cuando ven cosas como estas como si fuera normal. ¿Cual es nuestro deber como padres?
Debemos decirle la verdad a nuestros hijos, sobre lo que la Biblia enseña acerca del género. Aveces tememos explicarles del sensualismo, pero más cuando se trata de la homosexualidad, lesvianismo, transexualismo. Seamos sinceros con ellos, Usemos la palabra de Dios para tratar ese tema tan delicado.
Tenemos que discipular a nuestros hijos, eso necesariamente implica enseñarlos a vivir dentro de las normas bíblicas de la masculinidad y la feminidad.
Yo entiendo que muchos padres están preocupados por la inmoralidad que estamos viviendo hoy en día, pero si instruimos a nuestros hijos en el camino de Dios, no tenemos que preocuparnos mucho.
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6

Fuente: tiemposprofeticos.org