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octubre 19, 2019

El Fruto del Espíritu

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Gálatas 5:22

Parece falla en el texto. Pablo relaciona nueve virtudes, pero un solo fruto. Fruto, en singular, significa el corazón. No el corazón adámico, de piedra y rebelde, sino el nuevo corazón de carne, trasplantado por el Espíritu Santo.

Este versículo podría ser leído así: Pero el corazón del Espíritu es: amor, gozo… Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Ezequiel 36:26

Obligatoriamente, los nacidos del Espíritu tienen nuevo corazón y nuevo espíritu. Nuevo espíritu significa nueva mente, la mente Divina. 1 Corintios 2:16

Por eso, el nuevo corazón reúne nueve virtudes que identifican el carácter de Dios.

Como virtud del nuevo corazón, el tipo de amor en cuestión no tiene nada que ver con el sentimiento posesivo, egoísta y carnal tan amado, idolatrado y cultivado en este mundo. ¡Muy por el contrario!

El amor, así como las demás virtudes del nuevo corazón, es como el del Eterno. Él amó al mundo de tal manera, que dio a Su Único Hijo para que todo aquel que crea en Él, no perezca, mas tenga vida eterna. Juan 3:16. Ese tipo de amor se opone al amor amado de ese mundo. Sin la transformación realizada por el nuevo nacimiento, es imposible comprender esto.

El amor de Dios fue y ha sido sacrificial. Nada que ver con sentimiento.
Quien ama con el corazón del Espíritu de Dios sacrifica por la amada y viceversa. Porque así como la fe, el amor exige sacrificios.
Quien ama no quiere casarse para ser feliz, sino que quiere hacer al amado feliz.
Quien ama al Señor Jesucristo quiere agradarle con una conducta sacrificial.

Fuente: blogs.universal.org
julio 11, 2017

Visitar a los enfermos

 Cuando el Bluzhover Rav estaba enfermo, uno de sus estudiantes quería ir a visitarlo. “Quiero cumplir con la mitzvá de visitar a los enfermos”, dijo el joven. El Bluzhover Rav no se conmovió con su petición. “No quiero ser el objeto de tu mitzvá”, le respondió (estoy parafraseando). “Sólo ven a visitarme si realmente quieres venir a visitarme”.

Tenemos una obligación de visitar a los enfermos y ésta no depende de nuestro ánimo. Sin embargo, si realizamos la mitzvá para satisfacernos a nosotros y nuestras necesidades, inevitablemente lo haremos mal. Como todos los mandamientos de jésed (bondad), visitar a los enfermos debe hacerse con sensibilidad y consideración. No se trata de adquirir puntos en el cielo; se trata de cuidar a un amigo enfermo. La idea es realizar un acto de bondad para otro ser humano; intentar descubrir lo que ellos necesitan, lo que sería una ayuda para ellos.

Es por eso que existen pautas, y es por eso que la ley judía controla estos asuntos. Porque nos confundimos, incluso cuando intentamos hacer lo correcto. Digamos que tienes a una amiga en el hospital. Corres a tu auto rápidamente cuando te enteras que la cirugía fue exitosa para estar ahí para saludarla en la sala de recuperación. ¿Estás segura que eso es lo que ella quiere? Ella estará cansada. Probablemente se verá terrible. Quizás querrá estar sola. Cuando tú llegues, ella sentirá la obligación de entretenerte. Podría sentirse avergonzada por su condición, y ciertamente podría sentirse mal físicamente. Es por eso que visitamos a los enfermos cuando ellos quieren que vayamos y no cuando nosotros queremos ir. Deberíamos adherirnos a las horas de visita sugeridas y no convencernos de que hay excepciones a la regla.

Nuestra visita debería “darle vida” a la persona enferma. Si vamos cuando no somos bienvenidos, cuando están cansados o necesitan descansar, podríamos, Dios no lo quiera, generar el efecto contrario.

Dado que nuestra visita es para satisfacer las necesidades de la persona enferma, deberíamos intentar atender esas necesidades. ¿Hay algún tipo de comida que le gusta en el hospital? ¿Podemos parar en el camino y comprarle algo? ¿Se está recuperando en casa y no puede cocinar? ¿Podemos llevarle la cena lista? ¿Podemos hacer por ella las compras de supermercado?

Si bien la mayoría de nosotros sentimos que somos amigos bondadosos y preocupados que hacen lo necesario cuando se requiere, aún así debemos ser cuidadosos y asegurarnos de que es realmente la necesidad de la persona enferma la que está siendo satisfecha y no nuestro propio deseo de sentimos necesitados y útiles. Además, si bien es fácil visitar a amigos o seres queridos, hay personas sin familia o comunidad que están en una necesidad incluso mayor de bondad. Si podemos presionarnos a nosotros mismos para visitar a una persona que no tiene quien la cuide, habremos realizado una mitzvá particularmente importante.

Visitar a extraños enfermos no es para todo el mundo (yo personalmente no puedo imaginarme haciéndolo y puedo sentir cómo se me traba la lengua de solo pensarlo) pero probablemente no es tan difícil como yo imagino y mucho más bienvenido de lo que uno podría pensar. Una de mis hijas fue voluntaria en un hospital local y se dio cuenta que la mayoría de los pacientes estaban ansiosos por la oportunidad de conversar y disfrutaban mucho sus visitas. (¡Me estoy animando a mí misma mientras escribo!).

Aprendemos sobre la mitzvá de visitar a los enfermos cuando Dios visitó a Abraham después de su circuncisión. Nuestro trabajo en este mundo es emular a Dios. Ciertamente deberíamos visitar a nuestros amigos y de vez en cuando podríamos incluso hacer un esfuerzo extra para visitar a extraños que no tienen familia o amigos, todo esto mientras nos aseguramos que nuestras visitas son lo que nuestro amigo o conocido enfermo realmente apreciará.

Fuente: Aish Latino
diciembre 29, 2016

Niño le da de comer a un indigente en un restaurante para luego orar con él

La  fe de un niño y su bondad ha atraído la atención de los medios, porqué le dio de comer a un hombre sin hogar y luego oró con él, en el interior del restaurante Waffle House, en Alabama, Estados Unidos.

La historia se ha vuelto viral, porque el niños Josiah Duncan, fue movido a misericordia al igual que su mamá Ava Faulk.

“Vimos un hombre que estaba sucio sosteniendo una bolsa con su bici afuera”, dijo Faulk.

Josiah estaba tan preocupado por la apariencia del hombre que empezó a insistir con preguntas a su madre.

“Él es una persona sin hogar”, explicó la madre del muchacho. “¿Qué significa eso?”, él respondió. “Y yo le dije”, “Bueno, eso significa que no tiene un hogar”. Mamá continuó: “Y al parecer, el hombre sin nombre no tiene amigos ni en que apoyarse, tampoco”.

Faulk le escribió un correo electrónico a WSFA 12 News sobre las acciones de su hijo que incluía muchas preguntas que el niño tenía. “¿Dónde está su casa? ¿Dónde está su familia? ¿Dónde él guarda sus cosas comestibles?”. Pero mamá dijo que una cosa que más preocupaba a su hijo y era: “No tiene ningún alimento”, explicó el pequeño Duncan.

Josiah, sintió el impulso de hacer algo. Él le insistió a su mamá que le comprara al desconocido una buena comida.

“Él entró y se sentó, y nadie realmente lo atendía” explicó Faulk. “Así que Josiah (Josías, significa: el Señor me apoya o Jehová ha sanado, fue rey de Judá), se levantó y le preguntó si necesitaba un menú porque no se puede pedir sin uno”.

El hombre insistió en una hamburguesa barata para empezar, pero estaba seguro de que podía tener lo que quisiera, así que Faulk le dijo que podía pedir una hamburguesa con mucho tocino.

Pero antes de que el hombre tomara el primer bocado, Josiah insistió en hacer algo: “Quería decir la bendición con él”, dijo Duncan.

Josiah lo hizo en público, con la observación de otros 11 clientes y lo hizo tan fuerte hasta donde su vocecita pudo darle.

“Dios, nuestro Padre, Dios, Padre nuestro, te damos gracias, te damos gracias por las muchas bendiciones, por tantas bendiciones, Amén, Amén”.

“El hombre lloró. Yo lloré. Todo el mundo lloró”, admitió Faulk.
El hombre disfrutó su comida y luego siguió su camino. Se fue con el estómago lleno, mientras que Ava Faulk quedó contenta por lo que hizo su hijo pues lo considera un toque de sabiduría divina.

“Nunca se sabe quién es el ángel en la Tierra, y cuando llega la oportunidad nunca debes alejarte de ello”, dijo.

“Miré cómo mi hijo tocó a 11 personas en ese Waffle House esa noche que será para siempre porque fue uno de los más grandes logros como madre que soy”, dijo Faulk.

Fuente: noticiacristiana.com